lunes, 9 de noviembre de 2009

El 65% de las pymes amenazadas de quiebra por no blindarse contra la morosidad

El deber de blindarse ante la morosidad

Este artículo me ha parecido tan bueno, que he decidido traerlo aquí íntegramente. Fué publicado en expansión.com el pasado 29/09/2009, por Pablo Rivera


Los datos sobre morosidad sitúan a los 3,7 millones de empresas que hay en España en una situación más que difícil, ya que el 65% de las pymes, un 98% de las empresas españolas, se acerca a una situación de quiebra debido fundamentalmente a dos motivos: por recibir sus pagos con retraso y por las pérdidas que le generan los impagados.

España es el segundo país con el plazo de pago más largo, 98 días frente a los 57 de Europa; retraso que produce efectos devastadores en la ya maltrecha cuenta de resultados: desde intereses adicionales, pérdida de beneficios y menor liquidez, cuando no una seria amenaza para la supervivencia e, incluso, daños en la reputación de las empresas. Si a ello sumamos que el porcentaje de denegación de créditos a pequeñas y medianas empresas se ha triplicado y que el porcentaje de pymes que aseguran tener problemas de financiación es del 88%, el cóctel está servido.

En medio de esta coyuntura nada halagüeña y a pesar de la creciente morosidad, sorprende que tan sólo seis de cada diez empresas estén preparadas para controlar la morosidad de forma eficiente, lo que les permitiría seguir creciendo y aumentando sus ventas. Es un hecho que las políticas de control de riesgo en las compañías que venden a crédito se están volviendo cada vez más restrictivas, blindándose así frente a una morosidad en alza. Ahora bien, este endurecimiento perjudica seriamente a las ventas, y las mismas empresas están viendo cómo su crecimiento se ralentiza.

Además, con políticas de riesgo más severas, los analistas ven incrementado su trabajo en un 200%, pues prácticamente todas las solicitudes han de ser calificadas y, en su mayoría, revisadas manualmente. Sin las herramientas informáticas adecuadas, es difícil exigirles un mayor control, no sólo sobre el volumen de operaciones al que se enfrentan cada día, sino también en que la toma de decisiones sea correcta, pues muchas solicitudes pueden ser rechazadas sin motivos objetivos de peso.

Al no contar con la suficiente información sobre nuestros clientes, ni con herramientas de calificación de riesgo adecuadas, los casos de falso riesgo se disparan, perjudicando directamente el negocio y la imagen de empresas reconocidas socialmente como solventes durante años. El resultado es que también la empresa solicitante, al no obtener financiación, se ve perjudicada en su crecimiento, afectando todo ello en su conjunto a la economía global. Conseguir un equilibrio entre ambas políticas de empresa: la de ventas y la de riesgos, es una cuestión que trae de cabeza a directivos y empresarios.

Estamos, pues, ante un serio problema: el incremento de la tasa de morosidad, de los concursos de acreedores en un 212% hasta alcanzar los 3.106 en los seis primeros meses de 2009, y la falta en muchos casos de garantías reales, lo que ha llevado a las entidades a endurecer las condiciones para conceder un préstamo. Las pymes son las más afectadas, pues además de tener que evitar una caída en sus ventas, no encuentran financiación para lanzar nuevos proyectos empresariales, aún siendo suficientemente solventes.

La solución para las empresas que venden a crédito está en controlar la morosidad, pero no a costa de sus ventas. ¿Cómo se alcanza este equilibrio? Mediante una gestión inteligente del riesgo de impago. Para optimizar los procesos de control del riesgo y elaborar modelos altamente predictivos, no sólo es importante contar con toda la información relevante de nuestros clientes, sino saber utilizarla e interpretarla, integrando tecnológicamente todo el proceso de gestión de dicha información. La información sin integración no sirve de nada.

La automatización posibilita la optimización del tiempo dedicado por los analistas de riesgos a la evaluación de las operaciones, y supone una mejora sustancial en los tiempos de respuesta para la sanción de solicitudes, pudiendo así obtener en cuestión de segundos el resultado final del sistema de evaluación automático.

Además, la utilización de herramientas de este tipo para automatizar los procesos de consulta reduce significativamente el número de búsquedas y el coste asociado a éstas. Todas estas ventajas redundan sin duda alguna en un incremento de la calidad y cantidad de la cartera de clientes.

Dtor. de Operaciones de Panel Sistemas Informáticos.

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