domingo, 6 de enero de 2008

PC MANIA - RENE ARGOTA LOPEZ

En el mes de mayo de 2007, entré en contacto con el Sr. Alberto Rene Argota Lopez, residente en Rio Gallegos, provincia de Santa Cruz (Argentina). Entramos en contacto a través de una página web en la que se ofrecen empresas y negocios de emprendedores.

Lo primero que observé en este individuo fue que no tenía las ideas claras y menos aún tenía idea de lo que era plantear un negocio con la intención de buscar inversores. Tenía varios proyectos para ejecutar pero ninguno estudiado en detalle. O tal vez si, pero en su mente. Nada soportado en un papel para que un posible inversor pudiera analizarlo.

Este es el primer punto a observar para detectar a un emprendedor fracasado antes de emprender. Alguien que no tiene un estudio detallado de lo que quiere hacer no es digno de ser atendido para invertir. Sin plan de negocio no hay negocio.

Por mi inexperiencia como inversor y ansias de encontrar un negocio donde invertir el poco dinero del que disponía, me dispuse a hacerle el plan de negocio yo mismo. Otro fatal error. No está bien hacerle el trabajo a otros. Cada cual debe ser responsable de su propio trabajo. Me costó bastante, porque llegó un momento que este señor (si le podemos llamar así) empezó a mostrarse poco colaborador alegando que él no necesitaba tanto estudio porque era un profesional y sabía perfectamente lo que tenía que hacer.

Más indicadores de que ante mi tenía a un pésimo emprendedor. Y lo grave es que comenté con los inversores que conozco, el asunto y me advirtieron de que podía estar ante un emprendedor con el que podía salir mal trecho. E incluso uno de mis conocidos me advirtió de que estaba registrado en las listas de morosos de Argentina, hecho que más tarde me confirmó el propio Argota, alegando que se debía a una estafa que había sufrido por un antigüo socio.

Aún así, decidí seguir adelante. Mal hecho, y ahora lo sé. Pero me basé en las impresiones que me causaba este personaje, basándome en la presunción de buena fe que erróneamente hasta entonces le atribuía a todas las personas. ¿Soy inocente? Tal vez, probablemente, seguro que si. Seguramente estoy condenado a aprender a fuerza de palos.

Tras muchas conversaciones decidí invertir. Su necesidad pasaba porque tenía que desarrollar su trabajo desde su domicilio, ya que se dedica a la reparación y mantenimiento de ordenadores, viéndose necesitado de un vehículo para desplazarse para atender los avisos, y también necesitaba comprar materiales para hacer su trabajo.

Acordamos que yo aportaría 2.000 € (8.000 pesos argentinos) con los que se compraría un vehículo valorado en 1.800 pesos, se repararía y pondría enfuncionamiento este, y se comprarían, con el resto de dinero sobrante, repuestos y accesorios para realizar la actividad. Para ello firmamos un contrato que me remitió firmado desde Argentina a España, y yo le hice la transferencia via Western Union.

El contrato fue redactado por mi mismo, sin la intervención de un abogado. Otro error. Recogía los términos de la operación y como garantías solamente establecía la buena fe. Otra cosa que ya he aprendido. La buena fe, la confianza, la intuición ... no son garantías.

Llegó el dinero a su destino y a mi me llegó la primera sorpresa. Argota, por su cuenta, decidió cambiar los planes, y destinar el dinero a alquilar un local en el centro de Santa Cruz, rehabilitarlo y comprar mercancía para abrir el negocio. Me aseguró que las posibilidades de éxito se multiplicarían, así que acepté.

En el contrato se recogía que mensualmente me debía remitir la información de las compras, ventas, gastos y existencias del negocio, con el fin de estar informado de la evolución del negocio y aportar mis conocimientos en caso de ser necesario. Cuando acabó el primer mes de actividad, me costó bastante que me remitiera la información, pero finalmente lo hizo. Al analizar la información, pude comprobar que la cifra de ventas se alejaba bastante de lo pronosticado. Algo así como que se preveía vender unos 25.000 pesos y se vendieron solo 7.000

Pero no solo eso. Además las compras duplicaban la cifra de ventas, cuando en nuestras conversaciones habíamos acordado solo comprar artículos de gran demanda para asegurar la venta, manteniendo una rotación de stock muy activa, sin almacenar nada hasta que el negocio diera lo suficiente como para poder almacenar.

Cuando le comenté estos incidentes me alegó que era normal que al principio el negocio fallara, pero que seguiría trabajando duro y el mes siguiente sería mucho mejor. No me convenció. Pero tampoco podía hacer mucho más. Otra lección. No invertir con emprendedores que no tengas al alcance de la mano. Según Argota ibamos a vender mucho, y que las cifras previstas eran muy austeras, a la vez que fácilmente superables.

Transcurrió el segundo mes. Llegó el momento de ver si habíamos recuperado el fracaso del primero. Solicité los datos pero entonces me dice que está muy atareado y no tiene tiempo de sacar las cuentas. Que en el fin de semana se sentará un rato y me remitirá la información. Pero pasó el fin de semana y no recibí nada.

Seguí insistiendo todo el mes, hasta que acabó, sin éxito. Siempre la misma excusa. No he tenido tiempo, este fin de semana me pongo y te lo mando. Así acumulamos dos meses. Y tres, y cuatro, porque no volví a recibir más información.

En el mes de diciembre, pude hablar por última vez con él. Le manifesté mi indignación, y me comentó que creía que la chica que había contratado me había enviado la información. Otra, nunca me dijo que iba a contratar a alguien. Y que la empleada ya no trabajaba con él porque le robó dinero. Que lo sentía mucho y comprendía mi enfado. Que en el fin de semana se ponía y me enviaba la información.

Por supuesto que no le creí. Ya había escuchado esa excusa y compromiso demasiadas veces. Así fué. No me envió nada.

Por ello, a fecha de hoy puedo considerar esta inversión como perdida, o mejor dicho, me puedo considerar estafado y robado por el Sr. Rene Argota Lopez, de Rio Gallegos, Santa Cruz (Argentina).

He cometido muchos errores en esta inversión, pero también he aprendido mucho. Tal vez sea ese mi beneficio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si estimado señor este individuo a estafado a mucha gente en rio gallegos con el tema computación, nos hemos enterados que se encuentra en una radio de La localidad de El Turbio, pero estamos viendo la forma de publicar sobre este señor uds estaría de acuerdo a participar en ello.