viernes, 4 de diciembre de 2009

Las 4 grandes medidas a adoptar para prevenir los impagados.

Con demasiada frecuencia me encuentro con empresarios que opinan que los impagados son un mal, que sufren todas las empresas, que no se puede controlar.


Es cierto que en todo negocio que realiza operaciones comerciales a crédito, existe un riesgo por impago. Sin embargo, ese riesgo, si no se puede erradicar completamente, por lo menos si que es controlable, hasta el punto de reducir sustancialmente las insolvencias.


Son 4 las líneas de actuación que todo empresario de observar, para la prevención de impagados, por una parte, y solución de estos, en caso de que se produzcan, en el plazo más breve posible.


La primera línea se refiere a los procedimientos de prevención y gestión de riesgos que la empresa de implantar internamente. Esto implica, no solo al departamento comercial, que es el primero que debe poner atención a este riesgo, sino a todo el personal de la empresa que tenga relación con los clientes.


Es muy recomendable la redacción de un manual de procedimientos que debe observar toda la plantilla, y seguir rigurosamente.


Incluso el propio empresario ya que, en ocasiones, sobre todo a los comerciales, se les permiten ciertas prácticas, porque se sostiene la máxima de que lo importante es vender, cuando lo verdaderamente importante es cobrar.


La segunda línea a observar, es la documentación mercantil empleada. Esta debe estar configurada de tal forma que aumente la juridicidad de los créditos, y que sirva para la reclamación de deudas.


Omitir ciertos documentos o que estos no se cumplimenten adecuadamente, puede llevarnos a tener que asumir un impagado como incobrable.


Prácticas como que no se use o no se cumplimente el pedido correctamente, que la persona que recepciona la mercancía o el servicio no esté perfectamente identificada, o que no se indiquen las condiciones de venta en la documentación, son motivos suficientes para que la posibilidad de reclamar una deuda quede anulada.


Las garantías que pedimos a nuestros clientes, para protegernos de los impagos, son la tercera línea a tener en cuenta.


Conocer el tiempo que lleva funcionando nuestro cliente, tener referencias de otros proveedores con los que trabaje y no sean nuestra competencia, conocer quien hay detrás de esa empresa, quienes son los accionistas, realizar un estudio financiero de la empresa, y otras muchas acciones que se pueden acometer, nos pueden dar a conocer qué garantías de cobro podemos tener.


En caso de que nos presente alguna duda o no nos parezca muy fiable, lo más recomendable es hablar con el cliente y pedirle que aporte garantías, mediante fianzas, avales, pagos anticipados, pagarés, créditos documentados, etc.


Por último, la cuarta línea a seguir, son los métodos adoptados para reforzar el cobro mediante la contratación de servicios externos que nos presten algún servicio que garantice el cobro de deudores.


Una opción inmejorable en este sentido lo ofrece Arbitrex quien además de ofrecer un asesoramiento profesional para la correcta prevención de impagados, pone a disposición de sus clientes un servicio jurídico para la resolución de cobros fallidos, mediante el arbitraje, consiguiendo resolver los casos en 50 días, con un promedio de 30.


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